viernes, 27 de noviembre de 2009

Civismo

Según Victoria Camps y Salvador Giner "el civismo es una forma de vivir, un compromiso con la ciudad y con las cosas que son de todos. Es una cultura que hay que cultivar".

Vivimos, en buena parte, una cultura de la invasión. Los coches y camiones no sólo invaden los pasos de cebra, sino que también las aceras de algunas placetas, como la que tengo en mi casa, que se ve plagada de motos y algún que otro coche que casi pega su "morro" a la puerta de la calle. Mucho morro tienen muchos. Y hora salen las bicicletas, como setas que en una especie de circulación "a lo medieval" aparecen por doquier. Y para rematar, estás esperando al autobús en esas paradas eternas fruto del mal servicio de la mayoría de las líneas, y tienes que aguantar la invasión del humo de uno o más fumadores. Y si quieres dormir por la noche, tras muchas horas de trabajo, tienes que aguantar el acoso de un griterío cargado de alcohol que deambula por muchas calles tranquilas y aprovecha para arrear buenas patadas a lo que se pone por delante, con especial predilección por los cubos de basura. Seguiríamos: la invasión de chicles pegados en las aceras, etc. 

¿Quién dijo que eso de la educación para la ciudadanía era un cuento?

martes, 17 de noviembre de 2009

Participación y Sistema de Salud

Razones de trabajo me han impedido asistir al FICOD’09. Ayer acudí a la II Jornada de Participación y Salud, organizada por la Dirección General de Atención al Usuario, del Departamento de Salud y Consumo (Gobierno de Aragón). Se habló, entre otros temas, de un nuevo modelo de participación en el Sistema de Salud.


Pasan apenas veinticuatro horas, y Kevin Spacey dice en el FICOD: “La participación no es una opción, sino una necesidad, Expresarse en libertad es un reto.”. Claro que lo decía en un contexto muy distinto, el de las nuevas tecnologías en la comunicación. Bueno, un contexto no tan diferente temáticamente hablando, porque en la Jornada de Participación y Salud se habló de la importancia de las tecnologías de la información y la comunicación, como poderosa herramienta para la participación, y en la importancia de la formación para implementar el modelo participativo.


Sigue Kevin Spacey: “Allá donde vayamos, nuestra educación va con nosotros. La cultura es el mejor embajador para cualquiera. Dice mucho de nosotros, de nuestro respeto a los demás y nuestra creatividad”.


Por contraste, la mayoría de los actuales gestores en el Sistema de Salud, si son médicos, no han recibido ni siquiera una formación básica en participación ni en comunicación, ni en el pregrado ni en el postgrado. A lo sumo, con un “master de gestión sanitaria” en su currículum, como si eso fuera la llave mágica que les abriera su cerebro. Las puertas laborales, quizá sí: Las de los cargos de gestión. Pero nada más. 


Añade Spacey: “Tuve buenos profesores que promovieron mi talento y creatividad”. Les puedo decir, en mi caso, que en la Administración, en mis cortos treinta años de actividad, a esos buenos ”promotores de excelencia” los puedo contar con la mitad de los dedos de mi mano derecha. Pocos, pero excelentes. Lo que ha hecho que valiera la pena el resto del tiempo que me han hecho perder en un sinfín de tareas sin otro objetivo que llenar las horas, para no morirse de aburrimiento, o de asco, que es más o menos lo mismo.


Se abre un nuevo tiempo de esperanza. Creo en la participación, pero hay que empezar por verla en la Casa de la Administración. Entrenar a los que mandan para que aprendan a soltarse por el facebook, o por el twitter, o por los blogs. Perder miedo al diálogo “cuerpo a cuerpo” o mediante foros o chats con los ciudadanos, usuarios del Sistema de Salud. El objetivo, la educación y la formación, propia y ajena. Y enterarse de lo que pasa, aunque lo que a veces se cuente no guste. Y, siempre, la comunicación, aunque en ocasiones aporte poca información o ideas. Mantener los canales permanentemente abiertos, los ojos bien despiertos, y los oídos en permanente escucha. Compartir información, decisión y otras responsabilidades.


Muchos se enredan en los quehaceres burocráticos de la participación, y caminan sin manifestar sus opiniones al respecto. Quizá porque no las tengan o carezcan de criterio. Confío en que sea por modestia, o porque no les han dado la oportunidad. 


Termino con otras palabras del actor, productor y director cinematográfico, en un alegato final: “Creo en el cine, en los chicos, en el teatro, en la cultura, en el talento y en la red”. Vamos a poner todo el empeño en lograr unos buenos mecanismos de participación en salud.


miércoles, 4 de noviembre de 2009

Nenas y nenes que vivís de la política (del color que sea).

Sólo quiero recordaros algo fundamental: El derecho a discrepar es la esencia de la democracia.