Cada viernes, a primera hora de la mañana, recibo el siguiente mensaje:
"¡Enhorabuena!
Hoy es el último día de la semana: os recuerdo que hay que enviar la agenda de la semana próxima.
Un saludo,
Mercedes."
Tiene la criatura ganas de que llegue el último día de la semana laboral, que para ella es viernes, que no sábado y me felicita con un "enhorabuena", después de una semaña más o menos ¿ajetreada?. No estoy en su piel, pero ojalá algún día me escriba: ¡qué suerte tengo de tener trabajo y poder acudir a mi empresa el siguiente lunes!. Muchos no pueden decir lo mismo.
viernes, 13 de abril de 2007
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